De la vida social y otras hierbas

Como supongo, la mayoría de ustedes se acuerda de que en este momento estoy viviendo en Alemania. Desde diciembre del año pasado me he visto en la necesidad de comenzar una vida desde cero, casi como si en mi vida no hubiese tenido nada ni a nadie salvo a mi marido y mi gatito. Por cierto que da casi lo mismo el país en el que decidas reconstruir/pasar/vivir el resto de tu vida, siempre y cuando hables el idioma y conozcas un par de personas que hablen tu lengua materna y estén dispuestos a ayudarte. Por mi parte, puedo decir que estoy un poco en el desamparo emocional que implica una vida con pocos amigos y pocos contactos.

Cuando vives en Alemania, importa poco o nada que domines el idioma o que tengas un título profesional mientras no hayas hecho nada en este país. Supongo que falsear referencias y títulos de todo tipo ha de ser una práctica recurrente en los extranjeros avecindados acá, porque hasta acá a nadie le ha interesado mi currículum, las cosas que hice en Chile, mis aptitudes y otros etcéteras que encierra una postulación... y hay que ver cómo se complica la cosa cuando uno postula a un trabajo: el currículum no basta, tienes que hacer una carpeta de postulación, algo así como el book de una modelo o un diseñador. Obvio que existen pegas acá que te las ganas por pituto (sí, señoras y señores, el pituto no es un bien netamente chileno), pero para eso, igual que en Chilito, hay que "conocer gente" y ése es precisamente mi segundo problema.

¿Han notado lo difícil que se hace con el tiempo conseguir nuevos (y buenos) amigos? Cuando uno es peque y va al Jardín, lo único que necesita (con suerte) es conocer el nombre del compañero de juegos para comenzar a compartir juntos. A medida que vas creciendo, necesitas necesitan tus viejos más información: qué hace, dónde vive, qué hacen sus papás, qué estudia, en dónde trabaja..., un montón de cosas que a mí me tienen todavía absolutamente sin cuidado, pero que en cierta medida son interesantes para algunos. En este momento de mi vida y teniendo un marido 18 años mayor, se me hace más difícil conocer gente porque salgo menos y porque la gente acá no se conoce aleatoriamente. La mayoría tiene los mismos amigos desde la básica o la media y luego dejan de hacer amigos, a no ser que se cambien de ciudad para ir a la universidad, donde prácticamente están obligados a conocer gente y hacerse amigos. En el trabajo la gente no se tutea, incluso si vas a una tienda de zapatos, todos los vendedores se tratan de "usted" a pesar de llevar de repente más de 10 años trabajando juntos. Raramente sabes cómo se llama el vecino de al lado con nombre de pila, a veces incluso ni siquiera sabes cuál es su aspecto físico porque a la gente le importa un soberano rábano quién vive en el departamento del lado. Y no estoy hablando de edificios de 20 pisos con 6 departamentos por nivel, es sólo una casa grande con 5 departamentos en total. A lo que voy es que incluso en mi curso de Danza Oriental, donde la mayoría de las asistentes están juntas en el curso hace por lo menos 5 años, ninguna sabe mucho de la otra, sólo cómo se llama y que también baila en el curso. Period. Y lo peor es que cuando quieres tratar de entablar algún lazo con esas personas, te miran con cara de WTF? y te contestan preciso y conciso, sin ganas de hablar más allá de contestar diplomáticamente a la pregunta "¿Y tú dónde vives?".

Creo que no hace falta en verdad precisar cuán destruida está mi vida social desde que me vine. De los amigos de Chile me quedan pocos y de los que hice acá, una ya se me arrancó a Israel hasta el próximo año. Es difícil hacer amigos y es difícil encontrar un punto de encuentro, algo que podamos tener en común que nos invite a conocernos más de cerca. ¿Qué hacen entonces las personas acá cuando los amigos se van a otro país o bien se mueren?, ¿se acostumbran a la soledad o se atreven a dar el siguiente paso?. Yo no sé cuánto vaya a cambiar mi vida social una vez que comience a trabajar, ni siquiera sé si eventualmente llegue a cambiar, lo único de lo que en verdad estoy segura es de que necesito una ocupación que me saque de la vida doméstica, que me permita alejarme del peso emocional de la soledad galopante.